martes, 9 de octubre de 2007

"Traviata"

Soy una Traviata,
Cuando con mi lengua,
Recorro tus rincones,
Provoco tu arrebato.
Cuando con mis manos,
Enciendo tu lujuria,
Suspiro con fuerza,
Para ser siempre,
Una Olsen para el cardenal.

Quiero sellar,
Con roja sangre tu cuerpo,
Con ácido tus labios,
Ser siempre una intrusa,
Un piojo en tus sueños.

La artista se consume,
Nace la simple Julieta,
Que vive para su Romeo,
Que muere de tuberculosis,
Que se envuelve,
En las paredes de suicidio,
Cuando de él le separan.

Ser siempre una Traviata,
Condenarte al deseo,
A humedecerte siempre,
Con el recuerdo del eclipse,
Con la añoranza,
De la traviesa Violetta.

Lorena Del Castillo.

1 comentario:

Tète de coton dijo...

Si la inspiración que hay en tus poemas es el abundante fruto de tu árbol, ¿para qué sembrar? Ese árbol lo da todo, sólo hay que pasear por el pie de tu tronco, esculpido por las manos de un dios fino y de buen gusto, y recolectar...
Qué hace un curioso en el jardín de tus abundancias, entre la brisa de tus palabras, qué hace sino contemplar y sentir en los pies la arena húmeda en la que revientan tus olas... qué hace un curioso ahí sino esperar el momento de correr hacia tu mar agitado para ahogarse en él.
Quién había visto nacer flores en la arena, quién se había atrevido a cortar una y ver brotar diez... quién sino yo, pues te guardo la más sagrada adoración, la más conmovida pasión.
Y con una vara me pongo a escribir 9 letras en la arena que jamás podrán borrar las aguas que escupen las olas, 9 letras que ya conoces, que tengo marcadas en mis huesos y que me quiero llevar a la tumba.